18 abr'16

¿A qué huele el marketing olfativo?

El marketing olfativo se ha erigido como una de las grandes tendencias del marketing durante el pasado 2015.

Empresas como BMW, Singapore Airlines, Nestlé o el Real Madrid C.F. se han adentrado en las profundidades de este arte y han creado sus propios odotipos, demostrando que el marketing emocional y sensorial ha llegado para quedarse.

Tanto es así, que el nuevo reglamento de marcas de la Unión Europea, que entró en vigor el pasado 23 de marzo, ha eliminado el requisito de representación gráfica, permitiendo el registro de marcas olfativas.

Pero, ¿por qué el marketing olfativo ha despertado tanto interés? Bien, para contestar a esta pregunta vamos a ver cuatro características sobre el que es, nuestro sentido más poderoso:

1.Formamos memorias olfativas antes de nacer.

De forma, que desde bien pequeñitos ya tenemos ciertos aromas asimilados como agradables y también, como desagradables.

2.Nuestro sentido del olfato está conectado directamente con el sistema límbico y el hipocampo.

Ambos responsables de nuestros comportamientos instintivos, recuerdos y emociones. Lo que significa, que mediante un aroma podemos generar un cambio en el comportamiento de los consumidores o asociar recuerdos y emociones positivas a nuestra marca.

3.El reconocimiento de un aroma es inmediato.

Todos podemos ignorar un anuncio en la televisión o una cuña en la radio, pero no podemos obviar un olor.

4.El 75% de las sensaciones cotidianas se ven influenciadas por el olfato.

Esto se debe a que nuestro olfato es 10.000 veces más sensible que cualquier otro de nuestros sentidos y es capaz de distinguir un billón de olores.

Como hemos visto, el marketing olfativo es una herramienta muy poderosa que nos diferencia de nuestros competidores y nos permite asociar emociones y sensaciones positivas a nuestra marca de una forma más fuerte y más íntima.

Bola extra.

Si te ha gustado el artículo y has decidido a regalarle a tu marca un olor propio, aquí te dejamos unos “sencillos” pasos para conseguir que tu marca despierte nuevas emociones.

  1. Tenemos que identificar qué emociones queremos que el cliente experimente con nuestra marca, obviamente, deben ser coherentes con la imagen y valores que representa.
  2. Es vital que conozcamos nuestro target, sus inquietudes y gustos. Es decir, tenemos que escoger aquellas emociones que representando a la marca, sean verdaderamente relevantes para el público objetivo.
  3. El odotipo debe ser sencillo, natural y utilizado siempre con moderación, ya que los aromas recargados, excesivamente complejos y utilizados de forma indiscriminada pueden llegar a abrumar a los consumidores.
Victor Cebriá
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