19 sep'14

Cómo RETROceder para avanzar


El oscarizado actor Tom Hanks ha vuelto a demostrar en estos días la absoluta vigencia que tiene el estilo “retro” para conseguir éxito de ventas. Pero no lo ha hecho con una película, como era de esperar, sino mediante su App “Hanx Writer” que en apenas un par de días se puso a la cabeza en las descargas de la tienda de Apple.

Es una aplicación que, en esencia, emula las antiguas máquinas de escribir. “Convierte” el ordenador en la máquina que se elija imitando sus sonidos característicos de teclado, retroceso, salto de línea, etc.

Lo curioso, no sólo es haber descubierto la afición del actor desde los años 70 por estos artilugios, sino la impresionante aceptación que ha tenido convertir lo más moderno de la tecnología en una antigua máquina. En definitiva, se vuelve a demostrar las ansias de mucha gente por retroceder en el tiempo.

Este fenómeno no es nuevo, es una reacción postmoderna que hunde sus raíces en la nostalgia por los viejos tiempos debido al desencanto y/o la incertidumbre ante el futuro. Es un retroceder en el tiempo para sentir mayor seguridad y confort emocional.

Hay muchos ejemplos que demuestran la apuesta prácticamente segura de éxito que representa recurrir a la nostalgia.

Un coche que se había dejado de fabricar por sus carencias respecto a los nuevos modelos, como el famoso Escarabajo de Volkswagen, ha tenido una notable aceptación en su resurrección por apelar a la nostalgia.

Series de televisión retro, como Cuéntame, Mad Men y Downton Abbey acaparan las mayores audiencias y premios.

Son innumerables los productos que se han sumado con éxito a esta moda que no cesa: neveras, teléfonos, radios, relojes, gafas, vestimenta, calzado, etc.

La estética retro y vintage* se ha impuesto en las redes sociales, la publicidad, la música, la moda, el diseño, el mobiliario… prácticamente no existe sector que no sucumba a sus encantos.

¿Cómo aprovecharte de este RETROceso para que tu empresa avance?

Tu negocio también puede sacarle partido a este fenómeno que, según todo indica, continuará por largo tiempo. Pero conviene que tengas en cuenta estas tres premisas.

1. Apela a la nostalgia.

No vale que simplemente hagas una adaptación de algo viejo o con aspecto antiguo. Tiene que despertar nostalgia por un tiempo que fue mejor, lo haya vivido o no tu público objetivo, pero que sea evocador para él. Debe despertarle emociones.

2. Como antaño pero como ahora.

Hay quienes piensan que la gente busca lo mismo de antes. Eso es verdad entre los amantes del vintage* pero no con quienes buscan un aspecto retro. Quieren satisfacer su nostalgia pero con los avances actuales.

Por ejemplo, el Beetle no es como el Escarabajo, salvo en su aspecto general. Ahora tiene aire acondicionado, elevalunas eléctrico, cierre centralizado, etc. todas cualidades de las que antes no disponía. Sin ellas, actualmente no hubiera sido posible su éxito. Así que debe aparentar ser del siglo pasado pero con todas las comodidades del siglo XXI.

3. Mira tu historia o imita la ajena.

Si tu empresa tiene al menos 30 años de historia, puedes reeditar tus propios modelos y estilos de décadas atrás. Es exactamente lo que ha hecho IKEA con su exclusiva colección ARGANG que recupera sus diseños de los años 50 a 70.

Si no cuentas con semejante bagaje, puedes inspirarte en los diseños de épocas pasadas y producir tu propios modelos retro.

Es posible que este RETROceso en el tiempo signifique un importante avance para tu negocio. Casi cualquier producto o servicio es posible revestirlo de esa nostalgia que “haga sonar tu caja registradora”, como rezaba un slogan de los años 50. 😉

* Vintage: son productos de calidad que pertenecen al pasado y que han sobrevivido al menos 20 años. Por ejemplo, un Escarabajo fabricado en los años 60 que circula hoy día, es vintage. Retro: son productos fabricados en la actualidad pero que su aspecto evoca épocas pasadas.

SG Branding Lovers
15 abr
Si a la IA le pedimos chatarra, nos devolverá chatarra, pero...
18 mar
Si eres de las organizaciones que quieren, con honestidad, hacer bien...