3 dic'18

¿Por qué la inteligencia emocional es tan importante para la comunicación?

La Inteligencia Emocional (IE) nos ayuda a identificar, entender y comprender mejor nuestras emociones y las de las personas que nos rodean, permitiéndonos una gestión más eficaz y consciente de las mismas.

Es decir, una racionalización de las emociones.

Lo que nos facilita desarrollar una vida más equilibrada en distintos planos: familiar, laboral, sentimental, etc.

De esta forma conseguirás desarrollar una comunicación más sincera y que realmente apele a las necesidades y emociones de tu público objetivo.

Y es que, a diferencia de lo que se pensaba hace unos cuantos años, nuestro comportamiento está más influenciado por las emociones que por la razón, de hecho, el 85% de las decisiones las tomamos de forma inconsciente.

Por lo tanto, no es de extrañar que cada vez nos preocupemos más por entender nuestras emociones y las de nuestros targets.

Para un mayor conocimiento, vamos a apoyarnos en Daniel Goleman, psicólogo estadounidense y “casi” padre de la Inteligencia Emocional; y en los principales componentes que planteó para definirla.

Principales componentes de la Inteligencia Emocional

Los principales componentes se dividen en dos grupos: interpersonales, tienen que ver con uno mismo e intrapersonales, relativos a las relaciones que mantenemos con otras personas y las que más nos interesan desde un punto de vista marketiniano:

  1. Conciencia de uno mismo: el lugar principal donde vamos a aprender sobre las emociones es nuestro propio cuerpo. Es fundamental que primero seamos capaces de entendernos a nosotros mismos y comprender cómo reacciona nuestro cuerpo ante determinadas emociones. Solo así, podemos ser conscientes de qué nos está pasando y actuar en consecuencia.
  2. Autocontrol: nos permite discernir qué emociones son positivas y negativas para nosotros y cómo podemos interactuar con ellas y el entorno para evitar salir mal parados y potenciar aquellos momentos en los que somos más felices.
  3. Motivación: en este caso, una motivación alta nos ayudará a centrarnos en las metas (racionales) por encima de los problemas (irracionales o racionales).
  4. Empatía: estamos ante el abecé de una comunicación eficaz. Consiste básicamente en saber ponerse en el lugar de la otra persona y compartir sus sentimientos. Gracias a ella podrás desarrollar relaciones más profundas y de calidad con tu público objetivo.
  5. Artes sociales: en este punto nos solo hablamos de relacionarse con personas que nos caen bien, sino también con aquellas que no nos gustan (como los temidos trolls) ya que una persona con IE elevada puede entender que el comportamiento se desarrolla en contextos concretos y ver más allá de una determinada acción, por mucho que nos disguste. Este punto es clave para cerrar acuerdos complejos en los que cada parte defienda sus propios intereses o lidiar con un cliente que no esté satisfecho.

Conclusión

A lo largo del artículo hemos visto qué es la inteligencia emocional y cuáles son sus componentes y si has leído con detenimiento habrás entendido de sobra por qué es tan importante para una comunicación eficaz.

La IE te hace mejor persona y profesional, y no solamente por el hecho de comprenderte y aceptarte a ti mismo, sino porque conocerte mejor te ayuda a entender al target al que te diriges y al resto de actores que intervienen en tu actividad diaria.

Victor Cebriá
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